Vendée Globe 2020-2021

Cada vez importa menos que ningún barco vaya a batir el récord de la Vendée Globe, establecido en 74 días por Armel Le Cléac’h hace cuatro años.

 

Y es que la novena edición de la vuelta al mundo en solitario y sin escalas está siendo la más disputada e incierta de la historia. Si en ediciones anteriores eran dos o tres patrones los que luchaban por la victoria cuando regresaban al Atlántico Norte, y manteniendo distancias considerables entre ellos, en esta ocasión hasta siete barcos aspiran al triunfo cuando restan apenas 2.000 millas (4.630 km) para la meta. La vuelta al mundo es un pañuelo. En una semana, el desenlace.

La distancia entre el líder (Charlie Dalin, patrón del Apivia) y el séptimo clasificado (Giancarlo PedotePrysmian Group) es de sólo 200 millas en la mañana de este jueves. Una diferencia ínfima, un suspiro después de dos meses y medio de navegación ininterrumpida y de haber devorado más de 25.000 millas (46.000 km) por los mares más inhóspitos del planeta.

El ganador tendrá casi seguro una gran historia de superación detrás. La del novato Dalin. O la de la remontada épica de Louis Burton (Bureau Vallée). O la del triunfo de un barco herido, como el LinkedOut de Thomas Ruyant. O la de la primera victoria en la Vendée Globe de un patrón no francés, caso del alemán Boris Herrmann (Seaexplorer) y del italiano Pedote. O, sobre todas las demás, la historia de Damien Seguin (Groupe Apicil), el campeón paralímpico que está demostrando cómo competir entre los mejores en una de las pruebas más duras del deporte con una sola mano.

No hay gurú que se atreva a pronosticar quién se hará con el trono de la vela en solitario a estas horas porque hay demasiados factores sobre la mesa: velocidad, ángulo de viento, decisiones tácticas acertadas, trasluchadas/viradas, resistencia física y mental del patrón, la compensación de tiempos de los navegantes que acudieron al rescate de Kevin Escoffier, meteorología incierta… Todo dependerá en gran medida en cómo gestiona cada patrón el Anticiclón de las Azores y escalar el Atlántico a través de unos vientos alisios. Para añadir más emoción, los patrones han tenido que elegir entre poner rumbo al Oeste o al Este para lidiar con la zona atmosférica de alta presión del corazón del Atlántico.

El Apivia de Dalin, el primero que apostó por el Oeste con la idea de navegar a favor del viento (lo que supone más velocidad, pero también más esfuerzo a bordo para ejecutar las trasluchadas necesarias), disfruta este jueves de 75 millas respecto a su inmediato perseguidor, el Seaexplorer de Herrmann, que sigue la estela del líder.

Muy interesante se presenta también la situación de Louis Burton, patrón del Bureau Vallée 2, el navegante que más al Oeste se situó -con una separación lateral de 300 millas respecto al líder- y que ahora podrá alcanzar “los vientos del suroeste y beneficiarse de un corredor de alta presión con una intensidad más constante, sostenida y con un mejor ángulo que sus perseguidores”, explicaba Sébastien Josse, consultor meteorológico de la Vendée Globe. Sería un golpe maestro para un regatista que está protagonizando una remontada soberbia.

El 21 de diciembre Burton buscó refugio en la isla deshabitada de Macquarie (Australia) para poder subir al mástil con seguridad y reparar los daños en el aparejo. La palabra abandono sonaba por la cabeza del navegante de St.Malo, aunque finalmente salió airoso del pulso de bricolaje y retomó la competición instalado en undécima posición de la clasificación. Pudiendo desde entonces exprimir el potencial de su barco, fue recuperando millas en el Pacífico Sur, superando rivales hasta regresar al grupo de escapados antes de Cabo de Hornos y pugnar así por la victoria.

Dalín navega con vientos alisios (portantes) de componente Este-Noreste de 15 a 20 nudos (28 a 38 km/h) para evitar la zona anticiclónica que se centrará este fin de semana en Madeira, informa Efe. Por este motivo el final de la carrera es extremadamente abierto porque 900 km al Norte entrará un flujo de viento del Suroeste que debería llevarles a Finisterre.

En definitiva, mientras la emoción de las llegadas aumenta poco a poco en Les Sables d’Olonne, el desenlace final está lejos de ser claro y las bonificaciones dadas por el rescate de Kevin Escoffier (PRB) pueden trastocar todas las previsiones. el ‘Sea Explorer’ de Boris Herrmann, ahora cuarto, tiene seis horas; el ‘Maitre Coq IV’ de Yannik Bestaven, sexto, 10 horas y 15 minutos y el ‘Yes We Cam’ de Jean Le Cam, octavo, 16 horas y 15 minutos menos el tiempo invertido al paso por la línea de meta.

Más atrás, todavía en el Atlántico Sur, el ‘One Planet One Ocean’ de Didac Costa, navega a 630 millas (1.170 km) al Este de las costas de Uruguay y se mantiene en rumbo Este con viento del Suroeste de 8 nudos (14 km/h), ocupando la vigésima posición. “Estoy esperando a encontrar un nuevo viento que, espero, me lleve hasta los alisios. La temperatura ya es muy agradable, pude secar el barco y hacer algunas reparaciones. En este momento, estoy tratando de resolver algunos problemas con una de las plantas desalinizadoras de tratamiento de agua, que se ha mojado un poco. Es el momento de desarmarlo e intentar secarlo bien, para que vuelva a funcionar”, explicó Costa.

Fuente: Nauta 360

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