El hombre más rico de Reino Unido, Sir Jim Ratcliffe, está dispuesto a que el nombre de su empresa petroquímica sea una marca asociada a las grandes gestas deportivas. Cueste lo que cueste. Su último movimiento al respecto: el acuerdo de Ineos con la escudería Mercedes para los próximos cinco años. Ratcliffe suma así la Fórmula 1 a los deportes en los que tiene un papel protagonista: fútbol, el británico compró el Niza francés y el Lausanne-Sport suizo; atletismo, su compañía organizó el récord de maratón no homologado de Kipchoge; ciclismo, a través del equipo ganador del Tour; y vela, financiando al equipo inglés de Copa América. Este último es uno de los mayores desafíos: recuperar la Jarra de las Cien Guineas que los 14 barcos del Royal Yacht Squadron perdieron en 1851 frente a la goleta America.

Ben Ainslie lidera uno de los sindicatos más potentes de la 36ª Copa América gracias a los 110 millones de libras -algo más de 130 millones de euros- que recibe de Ineos, una cifra similar, por cierto, a la plasmada en el acuerdo entre la compañía y la escudería de F1. Más allá del dinero desembolsado, Ratcliffe también ha conseguido crear una sinergia tecnológica de la que se beneficiará el velero AC75 en su pugna por ganar el trofeo deportivo más antiguo del mundo el año que viene en aguas de Auckland (Nueva Zelanda).

La idea es que miembros de la escudería, del sindicato de Copa América y del equipo ciclista trabajen conjuntamente para desarrollar innovaciones en ingeniería, simulaciones y análisis de datos. “Las demandas de tecnología de Fórmula 1 significan que estamos en una buena posición para soportar desafíos técnicos avanzados en áreas específicas de navegación y ciclismo, particularmente en la aerodinámica y en la capacidad de fabricación de componentes clave”, explica el director y CEO de Mercedes Team, Toto Wolff.

Para la ocasión, se ha creado una nueva división de Mercedes-AMG Petronas Motorsport, llamada Mercedes-Benz Applied Science (MBAS), en marcha desde marzo de 2019. MBAS, según señalan en un comunicado, aprovecha lo mejor de las tecnologías aeroespaciales y de automovilismo para ofrecer un rendimiento de dominio por tierra, mar y aire.

Dieciocho ingenieros de MBAS trabajan en la base Ineos Team UK en Portsmouth desde el pasado mes de agosto, entre los que destaca el gurú de la aerodimámica de Mercedes, Graham Miller.

En octubre, el desafío inglés botó su primera unidad AC75, bautizada como Britannia. El segundo barco, el que previsiblemente competirá el próximo año en Auckland, tocará el agua en los próximos meses. Y, según sus creadores, se trata del “barco de regatas más técnico jamás construido”. De 22,86 metros de eslora, estará compuesto por unos 30.000 piezas, encajadas con el objetivo de que el velero consiga completar el recorrido del campo de regatas sin que el casco toque el agua en ningún momento. Para conseguirlo, hay una fuerte dependencia de tecnologías como la simulación, aprendizaje automatizado o análisis de datos.

Fuente: www.expansion.com/nauta360

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