“La Brava” está ubicada en Balcarce, sobre la ruta 226 y enmarcada en un ambiente natural serrano único.Desde la reapertura, más de 600 pescadores visitaron la laguna. Son datos oficiales del Club de Pesca Balcarce. Era una de a las actividades más esperadas. Igualmente, por la pandemia, los pescadores deben cumplir con pautas de distanciamiento social y un protocolo sanitario.
Como se sabe, hay diversas actividades y deportes que se pueden llevar a cabo al aire libre y en contacto con la naturaleza. Aunque muchas personas apenas tienen nociones básicas, la pesca se instala como un deporte que combina muchísimos beneficios tanto para la salud física como mental de quien la practica. Dedicar varias horas a esta actividad relaja, tranquiliza y permite el disfrute de un entorno único. Por eso, tras la vuelta de la actividad en la laguna La Brava, cientos de balcarceños y pescadores de la zona llegan para cumplir con una actividad de base deportiva, pero de connotaciones emocionales y para la salud mental muy positiva. Quizás imaginando lo que venía, el Club de Pesca –en medio del aislamiento social preventivo y obligatorio decretado a nivel nacional-, realizó trabajos de mantenimiento en sus instalaciones, reparando toda la flota de embarcaciones propias que posee la institución y que ahora le permite ofrecer a los pecadores que llegan a Balcarce.
Damián Migliavacca, tesorero del Club de Pesca Balcarce, confirmó a La Vanguardia que desde la reapertura de las instalaciones tras la cuarentena por la pandemia del coronavirus, más de 600 pescadores visitaron la laguna. “A partir del 19 de junio que abrimos definitivamente, la concurrencia ha sido muy buena, había muchas ganas de volver, a la fecha de hoy se han recibido 620 visitas de pescadores”, destacó. “Los pescadores nos dicen que extrañaban. Se extrañaba ese momento a solas con la naturaleza y muchas veces acompañado de otros pescadores o de amigos disfrutando de un día en ese entorno natural. La satisfacción de estar a solas con tu caña de pescar, con el agua y con los peces en un total remanso de paz es impagable. Te desconectas de la rutina diaria y de los problemas por un rato, eso solo el pescador lo entiende”, dice Migliavacca.
Como ya había publicado y anticipado La Vanguardia, el Club de Pesca confeccionó un protocolo sanitario. “Tuvimos que esperar bastante para poder implementarlo. Hay un bote en cada muelle, se utiliza el barbijo y se respeta el distanciamiento social obligatorio. Para poder ir a pescar los interesados deben llamar al 2266-511762, donde coordinan el día y el horario. El cupo son 20 embarcaciones por día de lunes a lunes”, explicó. “Para asociarse al Club de Pesca, la inscripción es de $ 900 (por única vez) y después por mes, el socio abona unos $ 300. Como beneficios, esto incluye la entrada libre al predio con parrilla, auto y baño con agua caliente. Además, el socio puede disfrutar de todos los servicios a un 50% como bajada de embarcaciones, alquiler de botes y camping. Las tarifas para los visitantes no socios son; ingreso al predio $ 200, alquiler de bote $ 1200, bajada de embarcación $ 600 y camping $ 400“.
Sobre la situación de la institución, se conoció que al día de hoy la entidad cuenta con un padrón de 400 socios activos. “Una cifra que creemos se irá incrementando con el paso de las semanas ya que tenemos una muy buena concurrencia. Yo recuerdo que cuando se produjo la falta de pescado nos generó un contratiempo ya que mucha gente dejó de ser socio. En ese tiempo, trabajamos para reacondicionar totalmente toda la flota del club consistente en unas 30 embarcaciones. También instalamos un nuevo sistema de malacate para estacionar las mismas sobre el sector costero del club. La sorpresa fue que cuando se reinició la actividad, la mayoría de los socios retornó y lo bueno es que también se sumó otra gente, incluso algunos que nunca habían sido socios”, concluyó.
De generación en generación
El amor y la pasión por la pesca, dicen, suele pasarse de generación en generación. Abuelos, padres e hijos comparten la pasión por el deporte que aseguran fue el disparador para muchos días inolvidables. En Balcarce, la mayoría de las personas que pescan de forma deportiva han comenzado de niños, porque sus padres o tíos los llevaron a pescar a un arroyo a la laguna La Brava. “Es una pasión, y como toda pasión, sólo el que la experimenta la puede contar en su real dimensión”, afirman.
Fuente: Diario La Vanguardia Balcarce
