Cada vez que se nombra la palabra Wally parece que durante unos segundos se detiene el tiempo. Toda la vida del astillero fundado por Luca Bassani en 1994 resulta siempre excepcional, única y exclusiva.
En esta ocasión hablamos del velero Wally Tango de 100 pies, botado en la campaña de 2017, y que desde hace unas semanas se ha puesto a la venta en el selecto mercado mundial de los superyates. Su precio: 13.000.000 de dólares.
Habitual en las regatas de Palma de Mallorca con su armador Ole Hansen, se trata de la cuarta unidad de una saga a vela especial concebida en Mónaco (WallyCentro). Son embarcaciones pensadas para competir, en la que a bordo puede llevar hasta 29 regatistas, pero también para disfrutar en familia. Cuatro o cinco invitados y dos tripulantes pueden realizar grandes travesías gracias a todas las ayudas electrónicas de navegación.
En el arranque de construcción de este proyecto se sumaron varias firmas de prestigio: el estudio de diseño de Mark Hills, el equipo de interiores de Pininfarina y el astillero Persico Marine (Italia). Todo un equipo excepcional sobre la base de un velero de lujo de 30 metros.
Destaca en general por ser un barco muy ligero, a pesar de su volumen gracias a su construcción en fibra de carbono. En el interior ofrece tres estancias en la zona de proa que incluyen también el camarote del armador. Cuando la embarcación compite estos espacios se transforman en zona de almacenaje de los diferentes juegos de velas.
Destaca el mástil de carbono Southern Spars de 45 metros de alto que ofrece un plan de navegación superior a los 640 metros cuadrados. Así alcanza fácilmente los siete nudos e incluso picos de 11 nudos sin pestañear. Quizás es uno de los modelos más rápidos en su segmento con este diseño de lujo.
El astillero fundado por Bassini en los años 90 ha sumado siempre todos los elementos para que cada uno de sus proyectos resulte único. Unió alto diseño, imagen propia, de fácil identificación como las amplias zonas de madera teka, y calidad máxima en cada ejecución sobre el agua. Daba igual fuera un proyecto a motor, como el emblemático Wally Power, o a vela como las recientes series Wally Centro.
Desde principios de 2019 la propiedad del astillero pertenece al grupo Ferretti, aunque Luca Bassini sigue al frente del mismo para asegurar la identidad de la marca. Este acuerdo permitirá el desarrollo de la marca monegasca, así como en el diseño y construcción de nuevas gamas como el último modelo presentado en Miami este 2020.
La operación económica supuso una inyección de 84 millones de euros en el periodo 2019-2022, de los cuales 70 millones estaban previstos que se invirtieran hasta 2021 antes de la crisis COVID-19.
Fuente: www.expansion.com/nauta360