Se trata del barco SS Pacific, que se hundió en 1875 tras chocar contra un velero en la zona de la Columbia Británica; los desafíos de trabajar en alta mar y la expectativa en torno a la expedición
Los hallazgos están a la orden del día y son novedad por el impacto que genera dicha notician. En esta ocasión, cazafortunas se aventuraron en las profundidades del océano en busca de un cargamento de oro de un barco que se hundió en 1875 en la Columbia Británica, ubicada en Canadá.
El principio de esta historia fue en 2022, cuando un historiador llamado Jeff Hummel descubrió que existían restos de este barco, el SS Pacific, y junto con un compañero de expedición lograron obtener los derechos exclusivos por parte de un tribunal de Seattle para encabezar su salvataje. Por otra parte, al indagar sobre el cargamento, descubrieron que el mismo tenía un valor aproximado de 8 millones de dólares, una cifra sideral para estos tiempos.
A su vez, el propio tribunal determinó que cualquier persona que tenga una conexión familiar con el propietario del cargamento también podría extender un reclamo. “Hubo algunos demandantes. Durante el año pasado, hemos tenido varias conversaciones con los aseguradores de la carga original y hace unas siete semanas llegamos a un acuerdo con ellos que cubre la parte asegurada de la carga”, explicó Ethan Benson, socio de Jeff Hummel, a The Sun.
A la espera del comienzo de esta expedición, que incluirá vehículos submarinos de alta tecnología para el rescate del cargamento, Benson aclaró que las ganancias para las personas que adquieren los derechos es “bastante grande” a diferencia de quienes tienen algún nexo familiar. “Cuando tienen éxito, como ocurre con los aseguradores, los reclamantes reciben un porcentaje de su exigencia -que es válida- y el resto va al ‘salvador’ como indemnización de salvamento, que generalmente es bastante grande”, sostuvo el hombre encargado de la logística.
Según los registros recabados, el barco se hundió con aproximadamente 300 tripulantes tras chocar con otro velero llamado Orpheus, que corrió el mismo destino. En el caso del SS Pacific, los registros indicaron que “41 personas que estaban dentro del mismo eran de origen chino” y solamente dos tripulantes – que se creen que eran mineros- sobrevivieron a esta tragedia, que hasta el día de la fecha sigue siendo motivo de investigación.
Sin fecha determinada para pasar a la acción, Benson aclaró que el lugar donde se hundió el barco fue minuciosamente explorado y solamente faltaría lanzar los robots para rescatar el valioso cargamento. “En 2023 estuvimos en la zona desarrollando nuestros ROV (un vehículo controlado por un operador humano que no está dentro del mismo) y preparando el plan para la recuperación del cargamento, lo que requiere mucha sensibilidad y cuidado”, dijo.
Con la idea de remover los escombros que quedaron anclados y dificultan el ingreso a la zona, Benson se mostró muy expectante de este descubrimiento que podrá generarle un interesante monto económico. “Nos sentimos muy seguros de dónde estamos. Hemos sido muy metódicos en cada paso del camino y por eso nos sentimos preparados para lo que viene”, culminó sobre esta idea que nació de la curiosidad y, que, en los próximos meses, podrá tener un punto final.
Fuente: La Nación