Stephens Waring Design, con sede en Maine (EE.UU.), ha completado la entrega del Cirrus, un crucero oceánico de 68 pies diseñado a medida para un armador estadounidense con gran experiencia
De líneas clásicas y refinadas sobre la línea de flotación, el nuevo yate combina una estética atemporal con prestaciones modernas, materiales avanzados y un interior lujoso y confortable. El resultado es un velero que representa con precisión el espíritu del movimiento Spirit of Tradition.
El proyecto comenzó en 2017 con una propuesta inicial de estilo mediterráneo, de perfil bajo y gran manga, concebido para priorizar el rendimiento y la comodidad, todo ello con construcción en carbono. Sin embargo, la visión del armador evolucionó al observar, desde su residencia en Rockport (Maine), el paso de veleros clásicos que evocaban la época dorada de la navegación oceánica. Esto inspiró un replanteamiento total del diseño.
El resultado es un yate que remite a las décadas de 1950 y 1960, cuando los diseños del Cruising Club of America dominaban el panorama náutico. La proa clásica de perfil curvado, una popa recogida con una sutil caída hacia adentro de las bordas y el techo de perfil bajo —coronado por un toldo rígido que protege la amplia bañera— refuerzan esa estética tradicional. La gran rueda central gobierna un moderno timón de pala, y bajo el agua, un casco y apéndices de diseño avanzado aseguran una navegación eficaz y estable.
La quilla de bulbo, profunda y estrecha, reduce la superficie mojada sin comprometer la sustentación, y el timón de pala ha sido dimensionado para mantener la maniobrabilidad y el equilibrio tanto en ceñida como en popa. La relación desplazamiento/eslora se ha optimizado para lograr un compromiso ideal entre velocidad y confort en alta mar, y las formas del casco incluyen formas más llenas en la proa para suavizar el paso en mares de proa.
El aparejo, completamente moderno, incluye un mástil de carbono con base escalonada, estays ECthree y velas laminadas. Las crucetas barridas eliminan la necesidad de estay de popa, y un sistema de control mediante botonera facilita la navegación con tripulación reducida. Células de carga Cyclops ofrecen datos en tiempo real sobre la tensión del aparejo, lo que permite ajustes finos para optimizar el rendimiento.
La construcción se ha realizado en los astilleros de Jim Betts, en Anacortes (Washington), empleando infusión al vacío de carbono con núcleo de espuma para lograr una estructura ligera y rígida. Esto ha permitido redistribuir el peso para maximizar el confort interior, que incluye aire acondicionado de alto rendimiento, una cocina totalmente equipada con frigorífico/congelador vertical y arcón independiente, un armario climatizado para veinte botellas de vino y un televisor retráctil.
Comodidad sin concesiones
El Cirrus 68 puede acoger cómodamente a seis invitados y dos tripulantes. La distribución incluye dos camarotes de popa con camas dobles convertibles en individuales, un camarote principal a babor con sofá, amplios armarios y un baño en suite con ducha de generosas dimensiones. Cada camarote de invitados dispone también de baño propio.
En el centro del velero se encuentra el corazón social del yate: un salón amplio y luminoso con comedor para ocho personas en torno a una mesa de teca maciza. Los portillos del casco proporcionan vistas espectaculares al exterior, mientras que una hilera de claraboyas inunda el espacio de luz natural. Una mesa de cartas de diseño artesanal da acceso a todos los sistemas de control del yate.
Fuente: Nautica y Yates
