BANNER Extreme Boats

Ese estiaje, como el actual, generó diversos inconvenientes en la sociedad. Un bote pegó contra las raíces de un sauce y naufragó. Sus ocupantes fueron rescatados por una mujer que logró salvar a seis personas: Carmen Rivotti. Fue reconocida por Perón y hoy una calle del puerto lleva su nombre.

 

Desde principios de marzo, el río Paraná atraviesa una histórica bajante y en la ciudad de Santa Fe registra niveles sólo vistos en la primera mitad del siglo XX. En julio, la altura perforó el piso del 0 (cero) y debieron acondicionar el hidrómetro en el puerto para poder tomar los valores “negativos”. Uno de los estiajes que marcó un récord en el siglo pasado fue el que se produjo en 1949.

El domingo 28 de agosto, hace 72 años, cambió para siempre la vida de tres familias santafesinas. En medio de la severa bajante del río, una embarcación chocó contra las raíces de un sauce, volcó y terminó hundida. El episodio ocurrió frente al Varadero Sarsotti, en lo que se conoce como el Arroyo El Valento (ubicado entre el Río Santa Fe y la desembocadura del Coronda).

Ese mismo día, El Litoral brindó a la población las primeras informaciones del naufragio del bote en el que viajaban nueve personas. “Pescadores y vecinos concurrieron en ayuda de los ocupantes de la embarcación haciéndolo luego personal de la policía de Barrio Centenario y de la Gendarmería Nacional”, se publicó.

Con el correr de las horas, aparecieron las precisiones. La lancha se llamaba “La Kiki” y, según la crónica periodística, era conducida por Antonio Pacitti, quien estaba acompañado por Cayetana Lemos de Martinez, su hijo Hugo Eduardo (7), Héctor Gabino Pacitti (12), Ada Melania Cerchiaro (3), una cuidadora de Ada (15), Antonio Bernardino Pacitti (15), Carlos Alberto (5) y Roberto Pacitti (4). La lancha partió de la zona portuaria a eso de las 14 y según describió este diario: “El paseo proyectado se fue cumpliendo matemáticamente y cerca de las 16 resolvieron dirigirse hacia el arroyo “El Valento”, con el propósito de bajar en alguno de los islotes para tomar mates”. Fue en ese sector donde “la embarcación rozó un raigón de sauce que no salía a la superficie, lo cual provocó un salto en el bote y terminó por tumbar de popa”, agregaba el artículo noticioso.

Producto del accidente los niños de 3, 7 y 12 años perdieron la vida. La tragedia caló hondo en la opinión pública santafesina y generó gran conmoción en la población. La desgracia pudo ser aún mayor, si no hubiese sido por la valentía de una vecina del varadero que alcanzó a sentir el griterío y no dudó en salir al rescate.

Una heroína en medio de la desesperación

48 horas después de consumada la tragedia, diario El Orden reprodujo el relato en primera persona de la protagonista del rescate que, por su actitud, pasó a la historia. Se trata de Carmen Rovitti de Luna. Por aquellos días tenía 28 años y le contó al citado periódico santafesino: “Me hallaba en el interior de mi vivienda cuando oí gritos desgarradores provenientes del río y salí corriendo hacia la costa”.

“No tuve tiempo de ver más desde lo alto de la barranca porque me dirigí corriendo hacia la canoa ‘Pucha’ con la que embarqué y me dirigí rápidamente al medio del arroyo donde naufragó la lancha”, contó Rovitti. Lo que siguió a continuación fue el accionar de la vecina para mantener a flote su embarcación y sacar del agua a los accidentados.

Como pudo, la joven asistió a los que cayeron al río y, uno a uno, los puso a salvo. Al paso de unos minutos, los ocupantes de la embarcación notaron la ausencia de tres niños. “No los ví en ningún momento, por lo que supongo que se hundieron de inmediato y no aparecieron en la superficie”, relató la mujer. “Todos estaban desesperados y les aseguro que partía el alma oír sus lamentaciones”, agregó.

La desesperación se hizo carne en la madre de uno de los niños fallecidos. “En medio de la desesperación me decía: ‘¿Por qué me salvó? ¡Me hubiera dejado morir con mi hijo!’. Por muchos años que viva nunca olvidaré esa escena desgarradora”, le reconoció Rovitti a diario El Orden en el citado reportaje.

Reconocimiento

Un mes y medio más tarde, Rovitti fue condecorada por su valentía por el gobierno peronista. “Recibió la medalla al valor por su acto de heroísmo y amor al prójimo con el que salvó (a riesgo de su vida) a seis personas que corrían peligro de morir ahogadas al naufragar una embarcación en el arroyo ‘El Valento’”, publicó El Litoral el 18 de octubre de 1949.

Por su parte, la familia santafesina Pacitti en reconocimiento por su arrojo le obsequió una casa a Carmen y a su gente en barrio Centenario. En los años de la “Revolución Libertadora”, la familia Rovitti fue perseguida por su cercanía al peronismo. Tiempo más tarde, el esposo de Carmen vendió esa medalla, según contó una hija en un reportaje a AM 540 en 2011.

Una calle en el puerto

Carmen falleció en 1990 a los 69 años. Dos décadas después, en plena consolidación del Master Plan del puerto local, el Concejo de la ciudad de Santa Fe eligió su nombre para una de las calles del pujante sector de la capital provincial.

La Ordenanza Nº 11.702 firmada por José Corral, por aquel entonces Presidente del cuerpo legislativo, indicaba al municipio los nuevos nombres que llevarían las calles internas del puerto. La norma, publicada el 12 de agosto de 2010, reemplazó el vacío  “Calle 7” por “Carmen Victoria Rivotti” en reconocimiento a la “heroína del Valento”.

El lugar en cuestión comienza en calle 1° de Enero, donde se ubica un complejo de guardería náutica, y se extiende hacia el Este unos 200 metros hasta calle Rosaura Schweizer.

“Con este acto se reafirma el valor de la memoria y el rescate de nuestra historia. Las mujeres que hoy reivindicamos son constructoras de esta ciudad”, sostuvo Mario Barletta, intendente de Santa Fe por aquel entonces al momento de presentar la nueva nomenclatura.

Fuente: El Litoral

Artículo anteriorEL GOBIERNO NACIONAL HABILITÓ LA ACTIVIDAD DE CRUCEROS BIOCEÁNICOS Y ANTÁRTICOS
Artículo siguienteSAN ISIDRO LANZÓ UN CONCURSO PARA ELEGIR NOMBRE A SUS TRES ISLAS DEL DELTA