Se trata de una hermosa lancha de madera de cedro de 5 metros de eslora. Fue botada hace 73 años . Esta motorizada por un Ford V8.
Por Lorena Franceschetti
No hay guardería o club náutico por donde andamos habitualmente grabando nuestro programa de TV Paralelo Cero que no veamos una embarcación clásica. Algunas más maltratadas por el tiempo, otras abandonadas, y muchas en perfecto estado de conservación, cuidadas, mimadas y usadas, que es lo más importante para una embarcación de época, que necesita ese contacto con el agua, esa circulación de líquidos y movimientos de las piezas del motor. Hace unos meses en la Guardería Reconquista de Tigre conocimos a “Anna”, una señorial lancha de madera construída en los históricos Astilleros Pagliettini.
En un día excelente para navegar Manuel nos presentó la lancha construida en 1945, en una charla muy amena nos contó que la lancha la encontró un conocido y estaba en buenas condiciones, pero había que hacerle un buen trabajo de restauración, el cual duró entre 3 a 4 años. Cuando estuvo terminada pasó a manos de un amigo que nos invita a navegar y disfrutarla todos los fines de semana.
FICHA TÉCNICA
Lancha Clásica Anna
Eslora 5 metros
Manga 2,10 metros
Calado: 0,90 metros
Motor: Ford V8
Casco y estructura: madera de cedro
Astillero: Pagliettini
Año: 1945
Esta lancha esta construida totalmente en madera de cedro, cuenta con dos compartimentos, uno para el timonel (con el timón sobre la banda de babor, como se usaba en aquella época) y el otro compartimento, hacia popa, también es para dos personas. Ambos, con un amplio sillón tapizado en cuero.
A media eslora, y debajo de dos tapas se aloja la planta impulsora de esta reliquia de 73 años de existencia. Se trata de otro clásico y fiel motor Ford V8, muy usado en aquellos tiempos y marinizados para las embarcaciones.
Mantenerla en este estado no es fácil hay que estar siempre encima y no dejarla tanto tiempo en el agua, un clásico de madera no es para cualquier, el secreto es usarla mucho para que no se arruine.
Para finalizar la nota, Manuel concluyo: “tener una lancha Pagliettini es un orgullo ya que este astilleros fue unos de los mas importantes de Argentina y la gente en el rió te lo hace saber, nos saludan y se quieren sacar fotos con la lancha”.
El astillero Pagliettini
Algunos datos del astillero son relevantes como para interpretar una época de oro de la industria náutica Argentina.
Los inicios de Pagliettini se remontan a 1916, donde Domingo Pagliettini originario del Río Espera (1º sección del Delta) le pide a su padre modificar un viejo galpón de frutas para transformarlo en un taller náutico. Idóneo en la madera, Domingo aprende el oficio construyendo muebles y luego ingresa como peón y aprendiz en la carpintería de Parodi que estaba radicada en la zona de la estación de trenes de Tigre.
Aprovechando una época de auge en la navegación por las islas, el visionario Domingo empieza a diseñar embarcaciones y lanchas. “Mi tío Domingo no diseñaba planos… construía directamente el modelo en madera”, recuerdan los hermanos Enrique y Roberto Pagliettini, sobrinos del genial creador.
La cosa empezaba a tomar color y el taller en el Río Espera queda definitivamente chico. Decide entonces fundar formalmente un astillero que a partir del 20 de septiembre de 1917 se inaugura en la margen izquierda del Río Luján en Tigre.
Muy de a poco y con sólo 8 operarios en la primera fase, empieza a construir canoas isleñas y arranca a diseñar cascos en “U” para construir aquellas lanchas que fueron las antecesoras de las típicas “colecticas” que aún hoy navegan en el río.
El nombre Pagliettini empieza a retumbar en todos los rincones del Delta. Comienzan a aparecer nuevos clientes, los pedidos aumentan exponencialmente, se amplia la plantilla de operarios y se conciben nuevos modelos. No obtuvimos registros de la cantidad de lanchas y cruceros de madera que construyó Pagliettini, pero realmente fueron muchas.
También, fue un apasionado de la motonáutica, para cual diseño modelos de lanchas de competición e incursionó como piloto en la actividad.
Luego apareció el plástico en la industria náutica, pero eso es otra historia.