Hoy se llevó adelante la segunda audiencia pública para debatir la navegabilidad de un tramo del Riachuelo
La Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar) retomó hoy la segunda audiencia pública para discutir el proyecto que habilite la navegación en el Riachuelo con fines turísticos. La sesión tuvo un arranque más acalorado que la anterior, pero el clima de la sala se fue distendiendo con el correr de las exposiciones. Esta oportunidad contó con una mayor presencia vecinal entre los oradores y se escucharon más voces a favor de que prospere la reactivación náutica. También hubo lugar para las empresas navieras, deportistas, guardavidas, políticos, músicos y gestores culturales.
El plan, una iniciativa conjunta del gobierno nacional, a través del ministerio de Turismo y Deportes, y el de la ciudad de Buenos Aires propone crear el circuito “Tigre-Quilmes”, que permita a las embarcaciones navegar de zona norte hacia zona sur con una parada en un pequeño tramo del Riachuelo, serían 300 metros entre Vuelta de Rocha (La Boca) y el emblemático transbordador Nicolás Avellaneda. La idea se presentó ante el Juzgado Federal N°2 de Morón, el tribunal que ejecuta la sentencia de la Corte Suprema de Justicia en el fallo Mendoza, la resolución que en 2008 exhortó a las autoridades políticas a sanearlo.
Las opiniones vertidas en la audiencia pública no tienen carácter vinculante, es decir que pueden o no ser tenidas en cuenta por la Justicia en el momento de resolver la autorización de la navegabilidad.
“Adhiero al proyecto de los 300 metros, y que sea aún mas. Hablé con expertos del tema y dicen que la situación de la cuenca es reversible. La preocupación hoy de los geoquímicos es el aire que respiramos en el Riachuelo que contamina más que el agua de allí que no tomamos. Hacer un foco de navegabilidad en Caminito sirve para empezar a gestar otro concepto de educación. Que sea parte del cotidiano y que vean gente remando. Tenemos que apuntar a un medio ambiente salvaje, menos cemento, como era Puerto Madero antiguamente”, dijo el vecino Fernando Czarny.
Alfredo Alberti, de la Asociación de Vecinos La Boca tenía un discurso armado pero improvisó una exposición para rebatir lo expresado por el funcionario porteño en la apertura. “No quieren ver lo que pasa en Dársena Sur que se está tapando la zona del corredor turístico en tierra con la construcción de un muro monstruoso y ahora quieren avanzar sobre el agua”, dijo de forma efusiva.
Después agregó: ”Estamos en contra de reabrir la navegación y adherimos fervientemente al documento de la academia del Ambiente. Decir que remo en el Riachuelo y no me enfermo es lo mismo que decir que fumo y no me pasa nada en los pulmones. El fogonero principal de la patraña es la Fundación X La Boca y el lobby de las empresas areneras. Quieren empezar en los 300 metros para ir con mas profundidad en el negociado mayor. Quieren remover el lodo contaminado del Riachuelo y retrotraernos 15 años atrás. Lo que vuelcan las industrias se comen el poco oxígeno que se puede generar en el ambiente. Las hélices de los barcos y los movimientos de los cascos van a empeorar la contaminación del lugar”.
Se excedió en el tiempo de la presentación, algo que no sucedió en la primera audiencia, en el que se dispuso un límite estricto de cinco minutos para que puedan escucharse todas las presentaciones. Una vez abajo del atril sostuvo que al salir de la audiencia presentaría la denuncia penal en relación con lo expuesto. En aquel momento, Czarny, el orador anterior gritó desde su butaca: “Ese señor fue amenazado de muerte por lo que ahora denuncia”.
La siguiente en hablar fue Lidia Morselli, apoderada de la arenera Ferrando S.A, firma cuya actividad quedó afectada por la prohibición resuelta por la Justicia. ”Nuestra empresa es arenera y desde abril de 2011 intentó demostrar que no contamina. Nunca nos escucharon. Sostuvimos el reclamo hasta la Corte Suprema y nunca nos permitieron demostrarlo. El buque Iris solo levanta arena en el Paraná, no levanta ningún contaminante”, dijo Morselli.
Según la abogada, la actividad de los areneros aligera el curso hídrico, contribuye al drenaje del río y mejora el espejo de agua. “Solicitamos que se reanude la navegación, no solo hasta el trasbordador sino hasta el Puente Pueyrredón”, agregó.
Sedimentos
La visión de los representantes de las areneras fue compartida por Marcela Dabas, máster en gestión ambiental y docente en ingeniería portuaria. “Hay mucho miedo por la transmisión de sedimentos, pero se puede navegar el río sin riesgo de remover el fondo. La navegación no es una actividad improvisada, al contrario está muy regulada por diferentes autoridades y hay controles permanentes. Prefectura regula y habilita el transporte diario de las embarcaciones y puede interrumpir la navegación si las condiciones del clima del día no están dadas. Se puede migrar al agua el transporte de mercadería por tierra que afecta la zona turística de La Boca”, expuso Dabas.
Un descendiente de inmigrantes de la ex Yugoslavia, Maximiliano Nenna, subió al escenario y fijó en el atril una remera amarilla con la imagen del transbordador Avellaneda. “Mis abuelos yugoslavos tenían un proyecto de vida en el barrio alrededor de la actividad del puerto que hoy se perdió. Acumar nos invita a pensar una nueva navegailidad, nos invita a soñar un nuevo Riachuelo con otro paisaje, no el que conocieron mis abuelos y Quinquela Martín, uno nuevo para las generaciones venideras. Desarrollemos un turismo a partir de las necesidades de quienes habitamos las cuencas. CABA es el principal destino turístico interno y es importante la historia portuaria y fabril que une el fútbol, el tango, el carnaval, las viejas cantinas y el arte popular”, dijo, también excedido del límite.
El enfoque cultural también fue parte de la exposición del músico de Valentín Alsina, Cristian Castelo. “Lo simbólico lo compartimos los vecinos del lado de Provincia y Capital. El Riachuelo es una musa inspiradora. La navegabilidad puede generar fuentes de trabajo en actividades culturales. Tuve la suerte de navegarlo con Acumar y verlo desde adentro es una experiencia única. La cuenca no tiene que ser un límite o una frontera, tiene que ser un punto de encuentro de las dos riberas porque somos todos vecinos parecidos. Estamos a favor de la navegación. El otro día desde el río se empezaron a ver garzas, está volviendo la fauna”, sostuvo Castelo.
Nuevamente hubo una fuerte presencia de los remeros que reclaman que se abra la navegación para aquella actividad. Gustavo Alberto Cañaveral, del club de Regatas de Almirante Brown, sostuvo que la navegación del Riachuelo permitiría vincular el aeropuerto de Ezeiza con el de Aeroparque. Irene Fernández, presidenta de la Asociación Ciclistas Urbanos compartió un video de su experiencia navegando la cuenca y señaló que se trata de una oportunidad única para la intermovibilidad urbana. “La navegación es una experiencia muy emocionante. Vi trasformarse el Riachuelo en un lugar para visitar y disfrutar desde cerca”, dijo la ciclista.
Enrique Bollana, de la comisión directiva de la asociación civil de Guardavidas Argentinos, secundó su postura. “El desarrollo de la cultura física, deportiva, es parte del desarrollo humano, y se realiza en los espacios naturales. La apropiación del Riachuelo nuevamente es una actividad positiva del desarrollo integral. La navegación con la seguridad y los medios adecuados es positiva para la ciudad y provincia de Buenos Aires. Divide dos zonas que pueden generar un lazo de unión a través del uso común del espacio acuático”, dijo Bollana.
Salvo para las autoridades que se ocupan del mantenimiento o la seguridad en el Riachuelo, la navegación está frenada, aunque hay algunas excepciones en la cuenca: por ejemplo, se conserva de forma clandestina el oficio tradicional de los boteros, que transportan en bote a remo a los vecinos de la Ciudad a la Provincia, y viceversa.
“Acumar se tiene que acordar de los vecinos de la zona, que necesitamos trabajar. El puente trasbordador lo necesitamos y hay que pensar en los boteros, que nacieron y se criaron en el Riachuelo como el resto de los vecinos”, dijo María del Carmen Cano, vecina de la Isla Maciel.
El proyecto presentado en la Justicia unió posiciones de los dos lados de la grieta política. ”Recuperar la navegación es un trabajo de Acumar, Turismo de la Nación, el ministerio de Transporte Vialidad, autoridades de la provincia de Buenos Aires, y de la Ciudad. Es fundamental dejar de mirarlo como un problema, y verlo como una oportunidad. El saneamiento no solo es en lo químico sino también un proceso social que es inescindible en el momento de encararlo”, expuso el legislador porteño del Frente de Todos, Manuel Socías.
La sesión de hoy dio por finalizada una instancia que convocó a 128 oradores inscriptos para discutir el tema. Fue el evento más concurrido desde que existe el organismo a cargo del saneamiento la cuenca.
“Con la jornada de hoy concluye un año de gestión en el que la participación ciudadana fue protagonista. Dos instancias de Audiencia Pública, mesas de trabajo, talleres, capacitaciones, programas educativos y comunitarios fueron algunas de las líneas de trabajo con las que nos propusimos seguir fortaleciendo el vínculo de la comunidad de la Cuenca con su río y arroyos, con la convicción de que esta relación es un eje fundamental para garantizar su recuperación ambiental”, dijo a LA NACION Martín Sabbatella, presidente de ACUMAR al finalizar la audiencia.
Fuente: La Nación