Yate Drizzle de Amancio Alcorta

Pertenece al empresario español Amancio Ortega, quien adelanta un año la operación por el interés que existe en el mercado en este tipo de embarcaciones.

El empresario gallego Amancio Ortega, fundador del grupo textil Inditex, ha sacado a la venta el mayor de sus yates, el Drizzle, por 76 millones de euros. De esta forma, se convierte en uno de los 25 barcos más caros a la venta en este momento, según el medio especializado Boat International. La empresa mallorquina Hamilton Marine, especializada en embarcaciones de lujo, ya ha comenzado la búsqueda de un comprador para la nave, propiedad de Ortega desde 2012, según ha adelantado este miércoles Expansión.

Se trata de uno de los dos yates (el otro es el Valoria B) que posee el fundador y máximo accionista de Inditex. En él, Ortega y su familia suelen disfrutar en sus vacaciones de verano por aguas del Mediterráneo. El Drizzle, que tiene 68,77 metros de eslora y puede acoger a 12 pasajeros en sus siete camarotes, fue construido por la firma holandesa Feadship y Ortega pagó por él 95 millones.

Amancio Alcorta, el empresario textil español propietario de "Dizzle"

La idea inicial era ponerlo a la venta en 2022. Sin embargo, la búsqueda de comprador se ha adelantado al ser este año el mejor de la historia en cuanto a venta de superyates. El furor entre las grandes fortunas por este tipo de embarcaciones para disfrutar de sus vacaciones sin restricciones por la pandemia ha disparado las operaciones. Según datos de Boat International, hasta mayo se vendieron 208 grandes yates, frente a las 131 operaciones que hubo en el mismo periodo de 2020.

Jonathan Syrett, agente de Hamilton Marine, explica que esta embarcación está en un estado casi perfecto y que es una oportunidad para aquellos clientes que no quieren esperar para adquirir su yate: “El Drizzle sería adecuado para alguien que no quiera apuntarse a la lista de espera de un astillero de nueva construcción, para un cliente con un yate en construcción o un cliente que busque un cambio sin problemas y quiera disfrutar de aventuras inmediatas a flote en un bonito hogar fuera de casa”.

La embarcación dispone de una cubierta de sol abierta con tres zonas de descanso y un gimnasio equipado, un comedor formal para 12 personas en el salón principal, un comedor informal en la popa de la cubierta del puente para entre 10 y 12 personas y un comedor informal al aire libre para 12 personas en la cubierta principal. Además, se remodeló en 2019, cuando se le añadió una plataforma de baño de ancho completo, con ducha y escalera de baño retráctil de lavado automático.

El yate cuenta con dos motores diésel MTU de 2.038 CV, tiene una velocidad de crucero de 11 nudos, una velocidad máxima de 16,5 nudos y una autonomía de 5.500 millas náuticas a una velocidad de nueve nudos. El hangar de embarcaciones auxiliares y la zona de deportes acuáticos del Drizzle están equipados con dos embarcaciones auxiliares de 7,5 metros, dos motos acuáticas Yamaha WaveRunner, dos kayaks BIC, cuatro conjuntos de equipos de buceo Scubapro, una cama elástica y un tobogán, entre otros.

Nuevo Barco en 2024

La venta del Drizzle no significa que Amancio Ortega vaya a quedarse sin embarcación propia. Además del Valoria B, que es de menor tamaño (47 metros de eslora), el magnate tiene encargado a Feadship un nuevo yate más moderno que le costará 182 millones de euros. La operación la realiza a través de Claritas Company, una sociedad maltesa que utiliza para la propiedad de sus embarcaciones de recreo. Este año ya ha adelantado un pago de 29,6 millones para su construcción y la entrega está prevista para 2024.

Se trata así de una compra millonaria a la que Ortega puede hacer frente con holgura. De hecho, este ejercicio ha recibido 1.293,6 millones en dividendos por su participación en Inditex y cada año recibe una cantidad similar. El empresario, además, ha aprovechado este año para efectuar nuevas inversiones a través de Pontegadea. Ejemplo de ello son las participaciones adquiridas en Red Eléctrica —se hizo con el 5% del capital—, su entrada en el sector renovable a través de un parque eólico de Repsol o el 12% del capital de Redes Energéticas Nacionais (REN), el operador de la red eléctrica portuguesa.

Fuente: El País de España

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