Mini Globe Race 2025

Un concepto atípico para una regata oceánica

La Mini Globe Race (MGR) se distingue de las grandes regatas oceánicas por su enfoque minimalista. A diferencia de la Vendée Globe, donde los monocascos de 18 metros (60 pies) dominan la competición, la MGR exige el uso de yates marinos de madera contrachapada, autoconstruidos según los planos del modelo ALMA Globe 580. Diseñada por el aventurero australiano Don McIntyre, esta clase de embarcación pretende hacer accesible la navegación de altura a los aficionados apasionados.

Un curso exigente

Los patrones tendrán que dar la vuelta al mundo en varias etapas: de Antigua a Panamá, luego una travesía del Pacífico con escalas en Australia y Sudáfrica antes de llegar a Brasil y regresar al Caribe. La travesía, de 24.000 millas náuticas, se realizará sin asistencia, lo que pondrá a prueba la resistencia de los navegantes, y durará unos 13 meses.

Diferentes perfiles, la misma pasión

Los participantes representan una amplia gama de nacionalidades y trayectorias náuticas. Hay 15 participantes, 2 de ellos mujeres, procedentes de 8 países: Australia, Reino Unido, Alemania, Canadá, Irlanda, España, Suiza y Estados Unidos. Cabe destacar que no hay ningún regatista francés en la línea de salida.

John Blenkinsop, por ejemplo, construyó dos ALMA Globe 580, uno para él y otro para su padre, convirtiéndose en el primer dúo padre-hijo que intenta una circunnavegación en solitario en la misma regata. Pilar Pasanau, una experimentada navegante española de Mini 650, superó dificultades financieras para estar en la salida.

Un comienzo lleno de color

El 23 de febrero de 2025, bajo un cielo azul y vientos de entre 15 y 25 nudos, la flota partió del puerto de Falmouth, en Antigua (Antillas), una región poco acostumbrada a acoger la salida de regatas de vuelta al mundo. Los espectadores que se alineaban en la playa fueron testigos de un espectáculo inusual: pequeños yates navegando entre los gigantes de la vela. Un comienzo histórico para una regata extraordinaria.

Una filosofía basada en la aventura

Más allá de la competición, la Mini Globe Race se basa en la idea de que la aventura prima sobre el puro rendimiento. Estos regatistas, alejados de los grandes equipos patrocinados, demuestran que la vela oceánica sigue siendo un sueño accesible a quienes están dispuestos a dar el paso.

Una experiencia que cambiará vidas

Aunque el resultado de la regata es incierto, una cosa es segura: los participantes saldrán transformados de esta aventura. El camino estará lleno de escollos, pero esperamos que cada uno de ellos demuestre que, con determinación, es posible hacer realidad sus sueños náuticos.

Fuente: Barcos News

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