Cecilia Carranza y Santiago Lange
Cecilia Carranza y Santiago Lange

La tercera sesión de SAIL IN Home, el festival de cine online de SAIL IN Festival, ofrece dos historias míticas del deporte de la vela: la del mexicano que ganó la primera edición de la Whitbread Round the World Race y la de Santiago Lange, quien consiguió la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río con 54 años, con un solo pulmón y tras haber superado un cáncer. El navegante argentino completará el programa con una conexión en directo este jueves. Esta es su historia (con acceso al documental):

A sus 54 años, Santiago Lange se convirtió en uno de los grandes protagonistas de los Juegos Olímpicos de Río. En su sexta participación en los Juegos -con dos bronces ganados en Atenas y Pekín-, el argentino se colgó la medalla de oro en clase Nacra17 junto a su compañera Cecilia Carranza. Fue la culminación de una historia de superación extraordinaria. Porque, más allá de conseguirlo a una edad que doblaba la de muchos de sus rivales, lo hizo con un solo pulmón y habiendo superado recientemente un cáncer.

El Padre del Viento - Avianca Channel

Esta singladura tan ardua como maravillosa arranca con un Lange retirado de las campañas olímpicas. De hecho, su única relación con Río 2016 era como entrenador de dos de sus hijos, Yago y Klaus, un rol que incluso acabó descartando por la presión que suponía trabajar con ellos sin que la relación se viera afectada. Sí aceptó ayudar a Cecilia Carranza y Esteban Blando, dúo que aspiraba a competir en la clase Nacra 17. Pero a la primera cita con Lange sólo se presentó ella. La pareja acababa de separarse. Fue entonces cuando el navegante vio una nueva oportunidad de estar en unos Juegos y le propuso formar tripulación. Cecilia aceptó.

Con sólo 30 días navegando juntos en un multicasco complejo y difícil de domar, Lange y Carraza se proclamaron subcampeones del Mundial de Santander 2014, consiguiendo la plaza olímpica para Argentina y comprobando su potencial para conseguir medalla en Río.

Sin embargo, semanas más tarde, Lange enfermó. Apenas se recuperaba de una dolencia y volvía a enfermar. Los médicos acabaron por extirparle un pulmón para finalmente diagnosticarle cáncer. Había que operar. Pese al varapalo del anuncio, el argentino no lo dudó: intervención cuanto antes para poder proseguir con la preparación olímpica. La fecha de la operación se fijó el 22 de septiembre, el día de su 54 cumpleaños. “Para mí se convirtió en un desafío, no en una enfermedad”, recuerda en el documental

A 10 meses de Río2016, Santi inició la recuperación. Tuvo que habituarse a respirar con un pulmón menos, a dosificar los esfuerzos. Primero, dando unos pequeños pasos con los que se fatigaba como si se tratase de una maratón. Más tarde, con las primeras pedaleadas que suponían un Tourmalet. Poco a poco y siempre acompañado por sus hijos Teo y Borja, empezó a encontrarse mejor, a tener más fuerzas. Y empezó a soñar. “Ya estoy para navegar”, espetó apenas unas semanas después de salir del hospital.

De nuevo en el agua, la realidad mostró que la pareja estaba lejos de su mejor nivel. No se conseguía la velocidad necesaria, las maniobras simplemente no salían. Pero tampoco ese golpe tumbó la motivación del de San Isidro. La decisión fue irse a vivir a Río de Janeiro, en el mismo escenario donde se disputarían las regatas, nueve meses antes del inicio de la gran batalla deportiva. La pareja comenzó a entrenar en la bahía de Guanabara todos los días, desde los primeros rayos de sol hasta caer la noche. No había margen de tiempo para el descanso. Cada metro, cada bordo, cada trasluchada valía su peso en oro.

Y Río 2016 levantó el telón. Por delante, 12 mangas. Lange y Carranza comenzaron algo titubeantes, pero su progresión ascendente no se vio interrumpida y alcanzaron la Medal Race, donde sólo compiten los 10 mejores de la flota, con muchas opciones de colgarse una medalla: si acababan entre los tres primeros, el oro era suyo sin importar qué hicieran sus adversarios.

El 16 de agosto se libró el pulso definitivo. Con el peor arranque posible para Argentina: una penalización nada más producirse la salida que obligaba a la tripulación dar una vuelta de 360 grados, maniobra que nunca antes ensayaron y que les dejó en última posición. La única opción para no echar por la borda todo el trabajo realizado a las primeras de cambio, era hacer algo diferente que el resto. Y así fue. Lange y Carranza optaron por navegar en el lado contrario que había escogido el resto de la flota para afrontar el primer tramo a favor del viento, una estrategia que les valió para finalizar la empopada en tercera posición y volver a tener la medalla de oro en el bolsillo.

Instantes más tarde, una nueva penalización dejó a los dos tripulantes desubicados. Navegaron sin saber en qué puesto debían acabar para alcanzar la gloria. Finalmente fueron sextos, creyendo que Australia era la campeona. No fue hasta que su equipo y los hijos de Lange se acercaron al catamarán gritando de alegría cuando se dieron cuenta de la hazaña que acaban de conseguir. La clasificación de sus rivales daba por bueno ese sexto puesto. El oro era suyo. El mejor final para una historia de una pasión capaz de superarlo todo: los obstáculos, el tiempo y hasta la más dura de las enfermedades.

Además del documental de Damián Ainstein y Martín Ainstein, que rescata las experiencias y sensaciones que vivieron Santiago Lange, su equipo y sus hijos, SAIL IN HOME llevará a cabo una conexión en directo con el navegante argentino este jueves desde las 13:30 horas.

Fuente: www.expansion.com/nauta360

Hoy 13:30 horas en www.sailinfestival.com

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