En el deporte de la vela oceánica existe una larga lista de récords que batir y cada temporada un buen puñado de navegantes se echan al mar para tratar de ser los más rápidos en completar algunos de esos recorridos.

 

El mundo del motor también tiene sus desafíos de velocidad en el agua, si bien son hazañas que no suelen atraer mucha la atención de los medios. El último barco a motor en conquistar un récord mundial ha sido el XSV20 ‘Thunder Child II’, que este mes estableció un nuevo registro en la travesía Cork-Fastnet Rock-Cork, homologado por la UIM, en clase de más de 50 pies.

El ‘Thunder Child II’, de 23 metros de eslora, completó las 115 millas del recorrido en dos horas y 36 minutos, navegando a un promedio de 44,6 nudos y registrando una velocidad máxima de 53 nudos. Rozando los 100 km/h.

 


La embarcación dorada, patroneada por Frank Kowalski, cruzó la línea de salida en el puerto de Cork a las 14:00 horas del 9 de agosto bajo unas condiciones de vientos suaves y un gran oleaje cerca de la costa. Una hora y 21 minutos más tarde, la tripulación alcanzaba la mítica Fastnet Rock, donde esperaba medio centenar de barcos para ver cómo el Thunder Child II rodeaba el islote y emprendía el regreso a Cork.


Hasta ese momento, Kowalski trató con mimo los motores, manteniéndolos al 85/90 por ciento de su potencia máxima. Fue a falta de 10 millas para llegar a meta cuando el patrón exprimió la embarcación para superar los 50 nudos de velocidad.

El Thunder Child II es el primer prototipo del nuevo barco patrulla/rescate creado por el astillero Safehaven Marine. El diseño del casco es innovador, fusionando la forma de un casco de catamarán asimétrico con hidroalas y un monocasco wave-piercing (perforador de olas). Ideado para enfrentarse a las olas más feroces durante largas travesías en el océano, está propulsado por cuatro motores Caterpillar C8.7 de 650 CV y es capaz de superar los 50 nudos de velocidad. A bordo, hay capacidad para seis tripulantes, distribuidos en cuatro cabinas.

El nuevo se engloba dentro de los preparativos de cara a protagonizar el cruce del Atlántico más rápido de todos los tiempos. La idea es completar la ruta norte, comenzando desde Terranova para pasar por GroenlandiaIslandia y finalmente la costa noroeste de Irlanda. 2.400 millas (4.500 km) de aventura a toda máquina. Esta es una de las rutas más peligrosas por las tormentas que suelen formarse y la presencia de hielos, pero es la única opción factible para el Thunder Child II, ya que el tramo más largo en mar abierto entre dos puntos de repostaje es de 758 millas náuticas, esto es, dentro de la autonomía del barco. El intento del récord estaba programado para este verano, pero este ha sido aplazado como consecuencia de la pandemia.

Fuente: Nauta 360

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