Crucero que hace agua y se hunde por falta de mantenimiento.
Crucero que hace agua y se hunde por falta de mantenimiento.

Como venimos dando cuenta en Comunidadnautica, existe una gran preocupación por parte de los propietarios de embarcaciones en Argentina por el estado de las mismas, debido fundamentalmente a lo que ha generado y está generando el “aislamiento obligatorio”, medida que entre otras cosas prohibe la visita a las marinas, clubes náuticos y guarderías a los dueños de las embarcaciones para interiorizarse del estado de las mismas y eventualmente realizar las tareas de mantenimiento básicas que requieren los barcos, veleros o lanchas.

Horacio Benseny, conductor de Esloras TV (domingos 14:30 horas – El Garage TV) nos presenta un informe realizado junto a Jorge Gaggiolo, responsable de uno de los servicios técnicos mas importantes de nuestro medio.

Aspectos técnicos de las embarcaciones hoy – Información: Jorge Gaggiolo

Las embarcaciones menores alojadas en camas de guarda tienen menos inconvenientes que las que están en el agua dado que no existe la posibilidad de hundimiento y contaminación producida por el río.

Pero por falta de uso y atención, ya se generó un deterioro considerable:

La batería, ya perdió su energía y es probable que no la recupere, por lo que la compra de una nueva será casi un hecho.

En los motores nafteros y como consecuencia del envejecimiento del combustible es altamente probable que las bombas eléctricas se encuentren pegadas y no vuelvan a funcionar, los inyectores seguramente estén en la misma situación y la línea de combustible puede estar obturada.

Si bien todo esto se soluciona (gran costo mediante) cambiando las piezas dañadas, la demora en la asistencia agrandará los problemas y los deterioros serán más importantes.

Las embarcaciones que permanecen a flote, que son la mayoría y de mayor porte, están en un problema mayor.

Una embarcación que está en el agua necesita un control y atención semanal, y que es un trabajo que habitualmente los efectúan los marineros.

Esta atención consta mínimamente en el control de vías de agua. Verificar que las bombas de achique funcionen, que los cabos de amarra estén en perfecto estado, que la carpa que lo cubre no se halla soltado por el viento y que las baterías estén cargadas para que puedan funcionar los sistemas de alarmas y achique.

Los clubes náuticos, marinas y amarraderos permanecen con una guardia mínima de seguridad y hasta hoy está prohibido el acceso a los barcos por lo que estas tareas no se están haciendo.

Veamos entonces ante que cuadro de situación estamos:

  • La mayoría de las embarcaciones en el agua tienen motores diésel. Dicho combustible tiene un porcentaje de bio diésel y en la medida que no se lo consume envejece muy rápido y se descompone tapando todos los sistemas de combustión.
  • Las baterías difícilmente vuelvan a recuperar su energía y habrá que reemplazarlas.
  • El día que se puedan volver a utilizar las embarcaciones y dependiendo del tipo de motorización se deberán tomar una serie de recaudos para evitar daños mayores en los motores y sistemas. Controles que podrá realizar el propietario, con el asesoramiento técnico correspondiente.
  • Cada hundimiento, además del perjuicio económico, es un factor de contaminación muy importante que se podría evitar.

 

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